Cuaderno de bitácora II: Oratorio Festivo, mi colegio.

Este año se ha celebrado el Centenario del Colegio Diocesano Oratorio Festivo, los actos finalizaron este viernes. Estar tan lejos no me ha dejado formar parte de la fiesta, pero mi orgullo por haber pertenecido, por pertenecer a ese colegio, no alberga duda alguna. El colegio es algo más que un edificio y un patio. Somos los alumnos, de hoy y de ayer. Es el personal de servicios, quién me iba a decir que aquella limpiadora que me perseguía con la escoba por haber golpeado con el balón la ventana del laboratorio, acabaría siendo mi suegra. La gente de administración, los directivos no docentes. Y son sobre todo los maestros, mis queridos maestros. De ellos quería hablaros hoy. Al arrimo de una foto que el colegio ha publicado en su página de Facebook, no he podido menos que pensar en la deuda que contrajimos con ellos. Y que dudo que hayamos estado a la altura a la hora de saldarla. Mis queridos maestros andan ya jubilados. Deberían de estar satisfechos por ...