Leer para escribir III (Confieso que he leído XIII): Velocidad de los jardines, Eloy Tizón.


He de reconocer que los libros que leo suelen sufrir algún que otro ataque de mi rotulador. Unas veces para resaltar frases especialmente hermosas o que invitan a la reflexión, otras para marcar giros, expresiones, recursos literarios de los que aprender del autor. 

En el caso de "Velocidad de los jardines" me temo que tendré un problema cuando quiera releerlo, porque las palabras de Eloy Tizón andan escondidas detrás de un bosque inmenso de subrayados, anotaciones, flechas que van y vienen a los márgenes, admiraciones enmarcadas en círculos apasionados, sonrisas que a veces dibujo para resaltar mi estado de ánimo al leer.

No recuerdo cuánto tiempo hace que no aprendía tanto de una lección tan bella. El listón de escribir con decoro lo veo hoy mucho más alto que hace unos días cuando empecé a leer esta Velocidad de los Jardines. Pero también es cierto que la instrucción recibida es inmensa. Cabe tanta belleza en el relato como en la poesía, y las líneas de este libro huyen de la forma de los versos para demostrarnos que esa afirmación es cierta. Es generoso el autor en imágenes de indeleble hermosura, uno no sabe donde mirar, porque cada fragmento que pasa ante nuestros ojos nos sorprende más que el anterior, si es que ésto es acaso posible. Y de vez en cuando, por añadidura, nos ofrece una lección. La primera es demoledora:

         " Ningún cuento está completo si no le falta algo"

La he escrito en un papel y la tengo pegada enfrente de mi escritorio. Como un versículo de un texto sagrado, un Padrenuestro de obligado rezo a la hora de escribir. Mis hojas en blanco me lo agradecerán de hoy en adelante, porque quedarán mejor paradas en el futuro. Gracias, Eloy.

Más adelante, el autor hace magia con las palabras y cierra un círculo que nos sorprende. Nunca se me habría ocurrido emplearlas así. Al menos eso creo. Ésto también lo he aprendido enredado en los jardines.

"Es la hora en que los sexos se abren como llagas que se abren como libros de Historia que se abren como plantas que respiran como sexos."

La editorial "Páginas de Espuma" es afortunada por tener a Eloy Tizón entre sus autores. Hasta ahora había demostrado tener un gusto editorial indudable, pero con la llegada de Eloy se han superado. Os recomiendo de corazón que leáis "Velocidad de los jardines", que lo disfrutéis como se saborea un buen vino. No quedaréis defraudados.

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