El baúl de las palabras III: Zahúrda

    Hace poco descubrí que la Editorial Espasa había editado una historia de las famosas cartillas Rubio, de cálculo y caligrafía. Una publicación entrañable para la gente de mi generación, que tantas y tantas libretas rellenamos, esforzándonos en hacer buena letra o en no equivocarnos con las cuentas. En aquella la época de las permanencias, en Coruña se llamaban pasantías, nos quedábamos en el colegio de cinco a seis de la tarde para reforzar, y era una hora dedicada casi exclusivamente a la caligrafía y a los problemas de cálculo.

    Leyendo este emotivo libro que me llevaba hasta los lejanos años setenta de mi niñez escolar, descubro una frase de aquellas que copiábamos, con una palabra imposible: ZAHÚRDA.

    La frase exacta que presenta el libro es:

"El salvaje hizo una zahurda"

    Aunque el autor del libro, que es Miguel Rubio, hijo de Ramón Rubio, fundador de los cuadernillos, explica el significado de la palabra, establo para criar cerdos, no puedo evitar irme al diccionario. 

    Lo primero que me llama la atención es la tilde hiática sobre la u, que en la cartilla Rubio no aparece, pero está claro que el diptongo au hay que romperlo. La h intercalada, como en tahúr, nos puede llevar a suponer el hiato. A mí me ocurrió al leerla por primera vez sin tilde. 

    Lo segundo es el significado. El Diccionario de la RAE es parco en explicaciones:

Pocilga

    Y nos dice que el origen de la palabra es germánico. Y quizás sea así. Marrana en alemán es Sau. Hürde es valla o cercado. Así que la semejanza es grande.

    Lo que no tengo tan claro es en qué estaba pensando el bueno de Ramón Rubio, cuando se soltó ese hermoso palabro en una cartilla para niños de diez años. Para practicar con el diccionario, imagino.

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