Trovadores VI: En el momento justo, en el sitio exacto: Octubre-87

   Andaba hoy trasteando por mis canciones. He hecho unos arreglos a una de ellas, "Me niego a madurar", de la que os hablaré algún día, para luego cantar unas cuantas de las que guardo en mi vieja carpeta. De muchas aún conservo la hoja original en la que fueron escritas. Y de la que quería hablar cuenta ya 33 años a sus espaldas. 

    Siempre me habían llamado la atención aquellas canciones cuyo título es un mes y un año concretos. Llach tiene varias tituladas así: "Novembre 72" (Tens por, company, d'un silenci plé de reixes...) y la célebre "Abril 74" (Companys, si busqueu les primaveres lliures...). Sucedió que haciendo el servicio militar, con una guitarra prestada, escribí varias canciones, tanto en castellano como en valencià: Para la tristeza, Lluny, Imagina, Me niego a madurar y Octubre-87.

    Sí, imité la costumbre de Llach. Y la letra también discute la guerra, la violencia, como las de él. La mía, sin embargo, nació en castellano. Para que la entendieran los militares que me rodeaban y la inspiraron. 

    No, no es una bravuconada a toro pasado, fue una valentía inesperada e involuntaria. Cuando la canté a algunos de mis compañeros, yo no sabía que mi capitán se iba a presentar a media canción, y que me pediría que siguiera cantando. Yo traté de empezar otra, pero él se había quedado con la copla, y me dijo que no, que siguiera con la que estaba cantando cuando él entró. Todos pensábamos que me llovería algo, no sabíamos qué. No cantas mal, Vieito, me dijo. Respiré aliviado. Pero la próxima vez, canta algo más alegre. Y se fue. La canto a menudo. Y aunque la letra debería trabajarla, nunca he querido cambiar una coma de lo que canté aquella tarde de un sábado de Octubre de 1987 en el CIR 14 de Palma de Mallorca. 

Octubre-87

 Cien fusiles apuntando al mar

nadie sabe el daño que le harán.

Solo yo sé que va a llorar,

solo yo sé que es tristeza.


De años perdidos vivirán,

cumpliendo estoy ya mi condena.

Mas yo me iré

y otros vendrán;

pena me dan de su pobreza.


Y nada tú podrás hacer

aunque quieras rebelarte;

has de esperar

que el año pase.


Hoy hemos aprendido a matar, 

y mientras disparaba imaginé

que quizás también

a quién maté

tan asustado como yo estaba.


¿Qué delito aquel hombre cometió

para que sin motivo lo matase yo?

Y su mujer qué pensará

y menos mal que hoy solo ha sido un sueño.


Y miradme hoy

que estoy cantando

y estoy preso y estoy solo,

pues me han perdido

la libertad.


Este infinito estrellado explotará

entre su propia violencia y cerrazón,

porqué yo sé que al final

han de perder todos la misma guerra.


Si los hombres somos iguales dime por qué

hay reyes, gobernantes y otros que

te han de imponer su voluntad

sin más razón que toda aquella fuerza.


Mis armas son mi libertad

mi razón de ser

mi naturaleza.


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