Leer para escribir VI: Las descripciones de Katherine Mansfield.

    Leyendo una magnífica selección de cuentos de la escritora neozelandesa Katherine Mansfield, he disfrutado de la manera tan sutil de escribir ciertas descripciones, en el caso que me ha llamado la atención, de un personaje femenino, una mujer. 

    Primero, la narradora nos ha hilvanado algunas características para que la podamos reconocer, sin dedicar más que unas pocas palabras a visibilizarla.

    Si se hubiese quedado ahí, diríamos que, o bien se trata de un personaje secundario, o bien que no nos hace faltar saber más para la trama. Nada de eso ha ocurrido.

    Poco después, cuando el protagonista masculino se acerca a ella, la narración pone en su boca otras características de la mujer. Nos describe ciertos detalles que le han llamado la atención. Así, no solo la conocemos mejor, sino que sabemos la impresión que ha causado en el hombre. Una descripción biunívoca impecable.

    Pero no acaba aquí la técnica descriptiva de Mansfield. Algo más adelante, a través de sus acciones, seguimos conociendo mejor a ¿Edna? (creo que se llamaba así, pero he leído sobre una decena de cuentos y los nombres han sido varios). (Por cierto, esta técnica descriptiva la utilizó de manera magistral José Luis Ferris en su maravillosa "Bajarás al reino de la Tierra")

    De esta forma, Katherine consigue que nos hagamos una idea perfecta del personaje sin fatigarnos con descripciones farragosas que detengan la acción del relato. También nos indica, al prestarle algo más de atención que al otro personaje, que ella, Edna -si es que al final se llamaba así la buena mujer- es el epicentro del cuento, que quiere que nos centremos en ella y que la historia gire a su alrededor.

    Gracias por la lección. Y a mi amiga Manoli Vicente Fernández, porque de sus lúcidas recomendaciones lectoras llegó Katherine a mi estantería.

Comentarios

  1. En el vasto campo de las buenas lecturas es tarea imposible nombrar a tantas y tantos indispensables, pero Katherine Mansfield bien se merece un lugar destacado en nuestras estanterías. Todos aprendemos de todos, pues como dice el dicho: hoy por ti, mañana por mí, también yo tengo que darte gracias por tus recomendaciones de libros y poetas. Un abrazo, Luis.

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