Cuaderno de bitácora VI: Obituario, Carlos Ruiz Zafón (1964-2020)

    Sé donde está. El Cementerio, me refiero, de los Libros Olvidados. Aquel amanecer seguí a Daniel y a su padre por las calles de una Barcelona bajo cielos de ceniza y un sol de vapor. No me vieron, pero llegué con ellos a aquel lugar mágico, al que entré de tapadillo sin que Isaac, el portero, me viera escabullirme entre los pasillos de aquella misteriosa biblioteca.

    Vi al niño escoger "La sombra del viento" de Julián Carax, esa novela que se titula igual que la tuya, como una premonición de lo que tú ibas a escribir. Salió entusiasmado del descubrimiento, y de haber adoptado un libro que parecía haberle llamado desde lo más profundo de las estanterías.

    Sé donde está. El Cementerio, sí, y voy a montar guardia, cada momento, cada día, siempre, mientras me quede memoria de lo leído. Como una aduana, preguntaré a cada uno que se llegue al cementerio qué libro viene a depositar allí como olvidado.

    - La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón - me dirá alguno.
    - No puede usted pasar, ese libro no está olvidado - defenderé sin titubear.
    - ¿Cómo lo sabe?
    - Porque yo me acuerdo de él.
    - ¿Está usted seguro? - me pondrán a prueba.
    - Completamente, ahí afuera hay muchos más como yo.
    - ¿Y qué es lo que recuerda de este libro? - me preguntará como en un examen.
    - Muchas cosas: sus detalles, sus personajes, sus tramas, su magia, pero sobre todo, recuerdo una cosa.
    - ¿Cuál?
    -  Que leerlo me hizo muy feliz.

    Y el enterrador se marchará convencido de que no hay ningún olvido que sepultar. Descansa en paz, Carlos Ruiz Zafón. No llegan mis palabras para agradecer las tuyas.

Comentarios

  1. Que bello homenaje, Luis. En esa gran novela uno de los personajes dice que los libros poseen alma, la de quién los escribe y las de los que los leen y los disfrutan y sueñan. Siempre le encontraremos allí, en sus letras. Un abrazo.

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  2. Hoy es un mal día. Este mes es un mal mes, Pau Donés, Rosa María Sardá y ahora Zafón. Cada uno de un arte diferente, para que todos vayan estando huérfanos de estrellas. Un abrazo, querida paisana.

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